Morella
El caminante que sube a una montaña se vuelve dueño de sí mismo y responsable de su propia vida: no está sometido a los caprichos de los elementos como el navegante aventurero sobre los mares; menos aún como el viajero transportado en ferrocarril, simple carga humana facturada, etiquetada, controlada y expedida a hora fija bajo la vigilancia de un empleado uniformado.
Élisée Reclus..
Bellísima toma de Morella, pueblo y castillo ¡me ha gustado mucho tu reflexión sobre los viajeros de tren!
ResponderEliminarUn besito.
Gracias Montse me alegra te guste
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