De las dos entradas del café, siempre prefería la más estrecha, la que llamaban la puerta de la sombra. Escogía la misma mesa, al fondo del local, que era pequeño. Al principio, no hablaba con nadie; luego ya conocía a los parroquianos de Le Condé, la mayoría de los cuales tenía nuestra edad, entre los diecinueve y los veinticinco años, diría yo. En ocasiones se sentaba en las mesas de ellos, pero, las más de las veces, seguía siendo adicta a su sitio, al fondo del todo.
"En el café de la juventud perdida" - Patrick Modiano
Es curioso como acaba una ocupando un mismo lugar ¡preciosa foto! me gusta mucho el enfoque y que optaras por el b/n.
ResponderEliminarUn beso.
La fotografia enblaco y negro es una de mis preferidas, dan un enfoque muy especial
EliminarMe encantan los bares para hacer fotos, la tuya es estupenda. Un saludo.
ResponderEliminarSi son lugares muy fotograficos
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